¿Quien asumirá el timón de este barco?

¿Quien asumirá el timón de este barco?

El pasado 13 de junio asistí al foro de expresidentes sobre “inseguridad, dolor evitable”, invitado por la senadora Martha lucía Ramírez, en el club metrópoli de Bogotá. Allí tuve la oportunidad de conocer al presidente Uribe. Con un fuerte abrazo y dándole la mano le dije; quiero verlo por muchos años más al frente del país. Más que por cortesía, se lo dije por que así lo sentía. Eso era lo que quería que pasara.

Gracias a los buenos resultados obtenidos por su política de seguridad democrática, se ha ganado el respeto y el aprecio de la comunidad internacional y un 83 por ciento de Colombianos que con la sola posibilidad de una segunda reelección se llenan de un optimismo desbordante, muchos colombianos además, no ven en el corto plazo a un sucesor que brinde la confianza y la seguridad de seguir ejerciendo el poder de la misma forma como lo ha hecho Uribe.

Cuando Chávez dice que Uribe es un “peón del imperio” y los programas de radio y los foros en Internet en Colombia se llenan de mensajes en contra del Presidente venezolano. Y cuando asegura que el mandatario colombiano “sirve para ser jefe de la mafia” y la favorabilidad de Uribe se dispara en las encuestas. Algunos analistas, aseguran, que Chávez es la hecatombe que Uribe necesita para que decida seguir en el poder.

Sin duda, todos los espaldarazos que ha recibido -en especial de Europa- obedece a la manera responsable como éste ha venido atendiendo los problemas del país en todos los sectores. Además, el respaldo del pueblo Colombiano hacia su gestión lo hace un mandatario con credibilidad ante el mundo.

Soy Uribista de corazón, fiel admirador de su forma de gobierno y su manera inteligente de hacerle frente a los problemas, -con uno que otro desliz, (errar es humano)- y a diferencia del común de la gente; que tiene en su mesa de noche una foto familiar, yo tengo una foto de Uribe, pero al igual que Gina Parody -que es mas Uribista que Uribe mismo- opino que un tercer mandato saldría mal, como lo dijo recientemente en una entrevista.

No hay que confundir la gran admiración por Uribe, con el peligro que podría acarrear alargar su período más allá de lo aconsejable. No solo yo, sino la abrumadora mayoría del país consideran, sin duda, que ha sido el mejor Presidente que hemos tenido. Sin embargo, eso no quiere decir, que no se deba hacer la renovación pertinente que muestre un normal funcionamiento institucional de un país democrático. El rumbo fundamental que Uribe a dado, debe mantenerse, pero esto no significa que ese rumbo solo deba hacerse con él.

El pueblo colombiano entiende por experiencia propia y por lo visto en los países del cono sur, que la libertad vale mucho, y la democracia en manos de personas equivocadas desaparece, - creo que ningún colombiano quisiera verse en una época de esclavitud en donde solo los amos tiene privilegios-. Por ello opino que es conveniente ver nuevas caras y no permitir un poder perpetuo.

Uribe ha hecho muy bien sus cosas, y al finalizar su mandato, deja las bases suficientes y sólidas para que esta institucionalidad funcione en el rumbo que él le ha dado. Lo creo y espero que el también lo crea. Es hora de que en nuestro sistema democrático haya nuevos conductores de ese rumbo. Hay que dejar funcionar la democracia y que venga otro u otra a asumir el timón de este barco llamado Colombia.

Respecto a la posibilidad de tener como sucesor de Uribe a una mujer, posibilidad talvez lejana pero latente por la presencia de un abanico preparado de mujeres uribistas, respeto mucho la opinión de aquellos que están de acuerdo, y comparto la opinión de aquellas personas que creemos que no sería lo más conveniente, como lo expreso días atrás días el reconocido caricaturista Mheo, en una de sus caricaturas para el periódico el país de Cali; si Uribe no se lanza, supongo que buscarán un continuador no sólo de las políticas sino de estilo de Uribe…será entonces el tiempo de los uribistas, no el de las uribistas…No me imagino a una mujer gritando, “!Le araño la cara (ya saben el resto)!”.

Recuperar la esperanza de un pueblo, la autoridad y acompañar el crecimiento con la seguridad y la cohesión social, es un proyecto que no se puede concluir en ocho años, pero lo importante es que ese proyecto sea compromiso de la sociedad y que ese 83 por ciento que respalda al presidente actual, exija que quien suceda al presidente Uribe, continúe brindando las garantías que generen confianza y tranquilidad al país, además, obvio, de continuar con el modelo de seguridad democrática, con los ajustes que sean pertinentes.

Sin duda Uribe a marcado un rumbo: el próximo presidente de Colombia tendrá que ser un líder, tener ideas y convicciones claras, muchas ganas y mucho carácter.

1 comentario:

José Nelson Alvarez Carvajal dijo...

Hola Jhon

Veo que has ido madurando en tu forma de escribir, se te ve más seguro y directo al hacer tus apreciaciones.

Además tomas partido de lo que piensas y lo sustentas con argumentos y variados ejemplos.

Dejas ver cuál es tu postura crítica frente al tema y lo defiendes, eso es bueno.

Aunque no comparto tu preferencia por el actual presidente, no dejo de admirar la forma como has profesionalmente.

Felicitaciones, ánimo y adelante.

Cordialmente,
José Nelson Alvarez
http://ensenet.blogia.com